Los poemas homéricos nos cuentan que los griegos utilizaron un enorme caballo de madera para esconder a soldados armados y atacar la ciudad de Troya, ganando la guerra después de años de lucha.
Los poemas de hoy contarán que utilizamos la tecnología para atacar y remediar el mal que nos acecha de manera mortal, de la misma manera que los troyanos acecharon a los griegos por años, en nuestro caso, el enemigo es invisible: el Coronavirus (Covid-19).
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha calificado el Coronavirus como una pandemia. Según cifras recientes, la OMS ha confirmado más de 2,6 millones de casos positivos y casi 182,00 muertes por la pandemia. En el Perú, la cifra de infectados asciende a más de 40,000 y 1000 fallecidos. Números que siguen en aumento y no tienen cuando parar.
Ahora, la pregunta que todos nos hacemos, ¿cómo hacer frente a este enemigo invisible? La respuesta está en la tecnología y la investigación.
Estos pilares se han convertido en nuestras principales armas para hacer frente a la crisis generada por la pandemia, tanto para combatir la expansión como también para buscar la cura a este mal.
La tecnología como herramienta de lucha
La tecnología tiene un papel muy importante en esta batalla, siendo empleada por distintos gobiernos que han encontrado en la tecnología a un aliado fundamental en esta crisis para hacer frente al enemigo invisible, haciendo seguimiento de los contagiados y de esta manera, controlar el avance del virus.
De acuerdo con el Banco Interamericano de Desarrollo (IDB), América Latina y el Caribe tienen una penetración móvil cercana al 100%, siendo un arma muy poderosa para combatir el Covid-19.
Es muy importante que los gobiernos utilicen la tecnología de manera adecuada, siempre respetando la privacidad de los usuarios, justificado en la emergencia mundial. La conectividad y el acceso a la tecnología serán nuestros baluartes para recuperar el desarrollo económico y social en la región.
Casos que están dando resultados empleando la tecnología:
Inteligencia Artificial (AI): SenseTime es una empresa china que implementó sus sistemas de reconocimiento facial con uso de la Inteligencia Artificial en las estaciones de metro de Pekín, Shanghai y Shenzhen para identificar a las personas contagiadas con el Covid-19.
Big Data: BlueDot es una aplicación que utiliza un programa de monitoreo de enfermedades con técnicas de procesamiento de lenguaje natural y aprendizaje automático examinando noticias en 65 idiomas, datos de aerolíneas y reportes de brotes de animales. De esta manera, la aplicación pudo generar una alerta temprana sobre casos de neumonía no identificada en la ciudad de Wuhan, luego pronosticó que el virus saltaría a Bangkok, Seúl, Taipéi y Tokio en los días posteriores.
Robots: Huawei, la compañía china, inauguró una tienda en Wuhan manejada por robots para evitar el contacto entre personas, no arriesgando a sus trabajadores ante un posible contagio y tampoco, arriesgando perder ventas. El procedimiento es el siguiente, el cliente se acerca a una cabina aislada y selecciona el producto que quiere adquirir. Se paga el producto como en una tienda online, a través de tu smartphone, y es entregado de manera inmediata por un brazo robótico.
Vehículos autónomos: Meituan Dianping es una empresa china repartidora de comida que introdujo robots en algunos de los restaurantes afiliados a su aplicación en Beijing para entregar los alimentos de la cocina a los clientes, sin la necesidad de contacto humano.
El caso del Perú, ¿el fin de la privacidad?
La Ley de Protección de Datos Personales (Ley N° 29733) tiene como principio fundamental que para el tratamiento de los datos personales debe mediar el consentimiento de su titular. Sin embargo, el mismo cuerpo normativo nos indica como excepciones a este principio que no se requiere el consentimiento del titular de los datos personales, para efectos de su tratamiento, cuando se trate de datos personales relativos a la salud y sea necesario, en circunstancia de riesgo, para la prevención, diagnóstico (…), establecido en el Art. 14, inciso 6 de la Ley N° 29733.
Asimismo, en el Art. 14, inciso 13 de la Ley N° 29733 establece el ejercicio de competencias establecidas por Ley, es decir, que exista una base legal que legitime el tratamiento sin el consentimiento del titular.
Entonces, ambas premisas habilitan a empleadores y autoridades competentes a tratar datos personales relativos a la salud, en el contexto de una epidemia, sin contar con el consentimiento de los interesados por razón de salud pública, siempre y cuando, se utilice para prevenir, controlar, y mitigar la propagación del Covid-19.
Es muy importante que las autoridades y los empleadores traten los datos relativos a la salud de manera adecuada, respetando y protegiendo la confidencialidad de los usuarios.
A propósito del Decreto Supremo N° 044-2020-PCM
La geolocalización (GPS) es la tecnología que se encarga de determinar la posición geográfica de algo particular. Referido a la localización de un objeto que se presenta por medio de un vector o punto, en un sistema de coordenadas y data determinada.
Dicha tecnología será de gran aporte para combatir la pandemia, ya que el Gobierno mediante el Decreto Supremo N° 044-2020-PCM, en el marco del Estado de Emergencia, ha autorizado a las operadoras de telefonía móvil remitir a las autoridades la ubicación del móvil vía GPS o fijo que llama a los servicios de detección de posibles infectados (113 del Minsa y 107 de EsSalud).
Así, la Secretaria de Gobierno Digital de la Presidencia del Consejo de Ministros accederá a datos anonimizados para poder implementar de manera exacta acciones necesarias para combatir la pandemia.
Como vemos, la conectividad puede ser una herramienta fundamental no sólo en la prevención y mitigación, sino también en la fase de salida de la crisis. En nuestro caso, la data tendrá su partido más importante. No solo depende de los recursos, sino también de las personas que lo manejan.
No queda duda que nuestro Caballo de Troya es la tecnología y los guerreros son nuestros gobernadores. Todo depende de ellos. No hay tiempo que perder. El momento es ahora.